Después de varios años de aprendizaje, algo dentro de mí se ha transformado.

Él cambió.

He dejado de lado las guías que dictaban cómo debía escribir para ganar audiencia.
He soltado ese marketing frío, impersonal, que no inspira, que no toca, que no transforma.

Hoy, en este blog, habla mi corazón .
Sin estrategias.
Sin máscaras.
Solo yo, desde una nueva versión de mí misma, deseando acompañarte desde el lugar más sincero y auténtico que he encontrado: mi alma .

Cada palabra que leas aquí nace de un impulso real:
el de abrazarte a través de las letras,
el de sostenerte si lo necesitas,
el de recordarte que nunca estás solo,
nunca estás sola.

Antes de sumergirte en las cartas que he escrito desde lo vivido, lo aprendido y lo escuchado, quiero regalarte esta primera bienvenida.

Esto no es un artículo .
Ni una reflexión técnica.
Es una carta para ti.

Este no es un blog.
Es un espacio donde cada palabra quiere abrazarte.
Aquí no se trata de opinar, de convencer, ni de demostrar nada.
Aquí se trata de sentir .
De recordarte que no estás sol@.
Que hay lugares, como este, donde tu verdad tiene casa.

Este es un refugio de palabras escritas desde lo que duele y lo que sana.
Desde la oscuridad, pero también desde la luz que llega al amanecer.
No esperes encontrar aquí la perfección.
Vas a encontrar alma.
La mía. Y, si lo permites, también la tuya reflejada entre líneas.

Cada carta nace de algo vivido.
De los silencios que hablan.
De las heridas que han dejado cicatriz, pero también sabiduría.
De las preguntas que no tienen respuesta, y de las respuestas que llegan sin preguntar.

No tienes que buscar la carta perfecta.
La carta correcta te va a encontrar a ti.
Justo el día que más la necesitas.
Justo cuando estés a punto de rendirte… oa punto de florecer.

Este es tu lugar para respirar.
Para llorar si hace falta.
Para reír si se cruza una chispa.
Para quedarte en silencio si eso te reconforta.

Aquí no hay juicios. Solo verdad.
Y una certeza:
estás viv@, y eso ya es un milagro.

Bienvenida.
Bienvenido.
Ojalá esta carta, como todas las que vendrán, te abrace como lo haría una amiga que te ama en tus luces y en tus sombras.

Este es tu refugio.
Este es tu hogar de palabras.
Y esta es solo la primera de muchas cartas escritas con amor.

Gracias por estar aquí,
y por permitirme compartir contigo este nuevo capítulo.

Con toda mi fuerza y ​​​​cariño,
Katia Medeles

Nota:

Cada palabra aquí escrita nace desde mi alma con la intención de acompañarte.
Estas cartas son fruto de experiencias reales, intuiciones vivas y procesos emocionales profundos.
Te agradezco que las leas con el mismo respeto con el que fueron escritas.

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Gracias por honrar la energía con la que fueron creadas.